Un tour privado.
Incluso si Bruselas no estaba en lo alto de su lista de deseos, estamos seguros de que después de la primera visita querrá volver una y otra vez. El corazón de Europa tiene mucho que ofrecer, independientemente de lo que busque: historia, arquitectura, arte, comida y bebida. Todo ello forma parte de la maravillosa ciudad de Bruselas.
El asentamiento aquí se estableció mucho antes de que los romanos llegaran a conquistar la zona. Tras el declive del Imperio Romano, Bruselas pasó a formar parte del reino franco. Establecida oficialmente a finales del siglo X y situada en un emplazamiento favorable, a orillas del río Senne, la ciudad experimentó un rápido desarrollo y se convirtió en un próspero centro de comercio, especialmente el textil. Gobernada por los duques de Brabante, Bruselas pertenecía al Sacro Imperio Romano Germánico, ¡incluso hubo una época en la que los reyes de España y los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico vivieron aquí! No es de extrañar que su legado como corazón de Europa perdure hasta nuestros días. Con el paso del tiempo, la industria textil ha alcanzado la cima de la perfección: los encajes producidos aquí fueron usados por la aristocracia y la realeza de toda Europa, mientras que los tapices fabricados en Bruselas adornaban sus palacios allí donde vivían. La plaza principal de la antigua Bruselas, la Grande Place, es un vivo testimonio de la riqueza y prosperidad de los comerciantes que vivían aquí. Es, sin duda, una de las plazas más impresionantes que podrá ver. Sin embargo, su aspecto es el resultado del acontecimiento más desastroso de la historia de la ciudad: el bombardeo llevado a cabo por el rey francés Luis XIV en 1695. El bombardeo y el incendio que provocó consumieron un tercio de la ciudad antigua. La rápida reconstrucción llevada a cabo en los 5 años siguientes sigue sorprendiendo a los visitantes hasta el día de hoy.
Finalmente, llegó un momento en el que Bélgica se lanzó a la independencia. Inspirados por la ópera sobre la revolución, los bruselenses se echaron a la calle para luchar por su libertad. Fue en 1830 cuando la ciudad se convirtió en la capital del Reino de Bélgica. Tras la independencia y la revolución industrial, Bruselas pasó de ser una pequeña ciudad de 60 mil habitantes a una metrópolis de 625 mil. El desarrollo se aceleró aún más en el siglo XX, con la modernización, las exquisitas casas art nouveau que adornan las calles de la ciudad y una serie de ferias y conferencias internacionales que marcan la clara transición de Bruselas a la moderna capital de Europa.
Pero Bruselas no es sólo historia y arquitectura, sino también las cosas que nos hacen felices y satisfechos. Empezando por el arte y el cómic (¡sí, la mayoría de los principales artistas europeos de libros de cómic trabajaron y vivieron en Bélgica!) y terminando por la comida y la bebida. Si sólo puede olvidarse de contar calorías, al visitar Bruselas se transmitirá directamente a un paraíso gastronómico. Las frites (tradicionalmente fritas en grasa animal), los mejillones, el chocolate, los gofres y las cervezas belgas (¡es todo un universo fascinante!) harán que quiera quedarse aquí para siempre.
Así que no pierda tiempo. Venga y únase a nuestro tour y le presentaremos las alegrías y maravillas de Bruselas.
Durante este tour de 2,5 horas, verá y descubrirá
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