A solo una cuadra al sur de las atracciones turísticas más famosas de Berlín, del edificio del Reichstag y la Puerta de Brandenburgo, se encuentra un lugar inusual. Se trata de un campo de 19.000 metros cuadrados cubierto con miles de... ¡losas de hormigón! Más de 2700 de las llamadas "estelas" que están situadas aquí varían en cuanto a su altura (desde unos pocos decímetros hasta 5 metros), pero tienen el mismo ancho (casi un metro) y longitud (más de 2 metros). Pero, ¿qué representan? ¿Y qué es este lugar?
El monumento fue diseñado por el arquitecto estadounidense Peter Eisenman e inaugurado en 2005. Es un sitio conmemorativo dedicado a una de las mayores tragedias y crímenes de la historia, conocida como el Holocausto o la Shoah: el asesinato de alrededor de seis millones de judíos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Los principales perpetradores, que planearon el mayor genocidio de la historia jamás cometido, vivieron y actuaron en Berlín o cerca de la ciudad. El Parlamento (Reichstag) fue su sede política e ideológica, pero no fue el lugar donde surgió la idea del exterminio...
Wannsee es una zona muy bonita en las afueras de Berlín. En el siglo XX se convirtió en un lujoso asentamiento de la población judía. Lamentablemente también se convirtió en sinónimo de así llamada "Solución Final de la cuestión judía". Fue allí, en una de las mansiones expropiadas (hoy esta villa de Wannsee acoge una exposición sobre el Holocausto), donde los altos funcionarios nazis se reunieron para discutir en detalle sus planes de exterminio de los judíos. Unos meses después de la Conferencia de Wannsee los nazis abrieron los primeros „Vernichtungslager“ (“campos del exterminio”) de la historia. Esto marcó el inicio de la matanza industrializada de judíos.
Además, cabe señalar que las matanzas en masa habían comenzado mucho antes. De hecho, casi el mismo número de judíos había sido fusilado, exterminado por hambre o forzado a trabajar hasta muerte (estrategia de "Vernichtung durch Arbeit") por los nazis y sus colaboradores, que luego fueron gaseados en las instalaciones de la muerte (campos de exterminio como Auschwitz-Birkenau, Bełżec o Treblinka en la Polonia ocupada). La mayoría de estas atrocidades fueron perpetradas por los nazis en Europa del Este.
La palabra "Holocausto" no fue muy popular hasta los años 70, cuando fue popularizada por una serie de televisión estadounidense. El término deriva del griego ὁλόκαυστος (holokostos) que significa "completamente quemado" y se refiere al método común que los nazis usaban para deshacerse de los cadáveres de sus víctimas en los campos, es decir, quemar en pozos, piras o hornos crematorios. Sin embargo, desde el principio los judíos han utilizado predominantemente otro término, "Shoah", que es una palabra hebrea bíblica y significa "la catástrofe".
Ahora volvamos a Berlín y a nuestra época. Este memorial del Holocausto en Cora-Berliner-Straße 1 se construyó en 2003-2004 y se abrió al público en 2005, marcando el sexagésimo aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. En Berlín, la idea de conmemorar a las víctimas del Holocausto apareció a finales de los años 80. Desde entonces, se han lanzado recaudaciones de fondos, seguidas con el apoyo del gobierno, y como resultado, unos años después, ya se recaudó suficiente dinero para un monumento. Sin embargo, el diseño final fue aprobado después de 10 años de discusiones públicas. El canciller alemán supervisó personalmente el proceso e incluso intervino algunas veces. Se necesitaron otros 5-6 años para completar el proyecto. Como muchas obras de arte sobre temas muy difíciles, el monumento del Holocausto en Berlín generó controversia de inmediato.
El arquitecto Peter Eisenman, un famoso deconstructivista de Nueva York, no proporcionó mucha descripción e interpretación de su trabajo, pero el artista dejó claro que no quería saturar el monumento con mensajes explícitos. Por ejemplo, las "estelas" (bloques de piedra) se usaban en la arquitectura antigua para honrar a los muertos, por lo que generalmente tenían inscripciones. Pero Eisenman decidió dar algo de anonimato, dejando el monumento sin ningún nombre*.
*consulta el párrafo "Lugar de información" abajo
Muchos arquitectos buscan integrar sus obras en el entorno. Peter Eisenman, sin embargo, ha sido conocido por hacer lo contrario: su intención era que sus obras de arte parecieran separadas y despojadas de todo contexto histórico. Pero fue por esta razón que el monumento en Berlín provocó controversia: algunos lo encontraron demasiado abstracto y excesivamente simplista. Es cierto que el monumento no contiene información histórica como nombres, inscripciones o símbolos. Pero por otro lado, un vasto campo lleno de miles de enormes bloques grises en el corazón de la capital alemana ya es algo bastante impresionante. La mera escala hace que la gente se detenga y piense. Probablemente, es el monumento en sí, con su ubicación, tamaño, forma, color y otras características tomadas en su conjunto, lo que transmite un mensaje. Un mensaje que todos deberían encontrar por sí mismos después de una reflexión.
La mayoría de la gente tiene asociaciones con un cementerio, en el que las losas de hormigón se asemejan a ataúdes. Naturalmente, los campos nazis con instalaciones para la muerte es lo primero que viene a la mente. Numerosos bloques que están perfectamente situados en una cuadrícula hacen pensar en el orden y en lo bien que se organizó y llevó a cabo este monstruoso plan de exterminio. Al mismo tiempo, el tramo de tierra en pendiente, sobre el que se disponen las estelas de hormigón, proporciona el efecto ondulante que provoca algunos problemas, perturbaciones y angustias. Además, un laberinto de caminos empedrados puede causar la sensación de confusión, desorientación o pérdida que a menudo sentían las víctimas judías.
Recuerda que NO está permitido estar encima o saltar sobre las losas. Aunque sí está permitido sentarse sobre ellos. Si te olvidas de esta regla, los guardias de seguridad no dudarán en recordártelo.
Lo que es notable, el monumento fue construido en un terreno entre Berlín Oriental y Occidental. Después de la Segunda Guerra Mundial y hasta el final de la Guerra Fría, esta zona fue conocida como "la franja de la muerte". Era un lugar donde una vez estuvo el notorio Muro de Berlín, dividiendo Europa en "Este" y "Oeste".
Lo que mucha gente no sabe es que el monumento no acaba sobre el suelo. Hay también una parte subterránea conocida como "Ort der Information" ("lugar de información"). Allí se registran los nombres de alrededor de tres millones de víctimas judías del Holocausto. La entrada se encuentra en la esquina sureste del área conmemorativa. Curiosamente, el diseñador Peter Eisenman estaba en contra de esta idea, argumentando que el sitio no debería dar ninguna información textual. Además, creía que hay un montón de lugares en Europa donde la gente puede leer sobre el Holocausto, pero no tantos donde la gente puede simplemente reflexionar sobre él.
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