‘París es siempre París y Berlín nunca es Berlín’— Jack Lang

Si estás interesado en la historia de Alemania, Berlín es un buen lugar para empezar. En este artículo de fácil digestión, te proporcionamos un resumen conciso de los capítulos más importantes de la historia de Berlín. Después de leer la sinopsis, tendrás un "marco" bien organizado del pasado de la ciudad.

El artículo se divide en capítulos cronológicos, es decir, períodos. Cada período representa un siglo y presenta una porción manejable de información. Contiene algunas fechas clave y una descripción concisa de los eventos.

 

✅ AC - XII: Raíces germánicas vs eslavas: ¿Berl, Brlo, o Bär?

✅ XIII: Asentamientos comerciales: Cölln y Berlin

✅ XIV: Unión de ciudades gemelas - Doppelstadt Berlín

✅ XV: Ciudad de residencia: margraves, príncipes electores de Brandenburgo (Kurfürst)

✅ XVI: Reformas: Luteranos y Calvinistas

✅ XVII: Guerra de los Treinta Años: población reducida a la mitad, inmigración y renacimiento de la ciudad

✅ XVIII: Era de los Reyes Frederics (Friedrich) - desarrollo

✅ XIX: Napoleón, la unificación alemana (Einigung), y la industrialización

✅ XX: Volatilidad y contrastes: libertad, guerras y reunificación alemana (Wiedervereinigung)

✅ XXI: Nueva Época...

✅ Resumen: Siglo por siglo

 

Alemania se convirtió en un país solo en la segunda mitad del siglo XIX. Pero la cultura alemana es mucho más antigua. Asimismo, Berlín es mucho más antigua que Alemania y… quizás sea justo decir que es incluso más antigua que la cultura alemana. Descubramos cómo se desarrolló la historia de este lugar a lo largo de los siglos...

 

A.C. - XII: Raíces germánicas vs eslavas: ¿Berl, Brlo, or Bär?

Hay dos grandes ríos en el territorio de Berlín: Havel y su principal afluente Spree. Ambos ríos son navegables. El área alrededor es llana pero cubierta de densos bosques. El agua y los bosques combindos crean un ambiente brillante para que la gente se asentase. Los primeros habitantes de la región fueron pueblos germánicos. Los Semnones, seguidos por los famosos Borgoñones, y muchas otras tribus germánicas vivieron aquí desde al menos el año 500 a.C. hasta mediados del primer milenio d.C. Luego, alrededor del siglo VII y VIII, las tribus eslavas occidentales (específicamente los eslavos polacos) llegaron aquí. Se asentaron en la región y permanecieron durante aquí durante muchos siglos. Hasta al menos el siglo X, casi todo lo que ahora es el noreste de Alemania estuvo dominado por pueblos eslavos. Además, los eslavos se convirtieron en los primeros pueblos cuyas huellas se han conservado hasta el día de hoy, especialemente en múltiples nombres geográficos (como todos los que terminan en “-ow”). En realidad, el mismo nombre de la ciudad, Berlín, probablemente proviene de la antigua raíz eslava ‘brlo’ o ‘berl(o)’ que significa “pantano” o “humedal”. Aunque la etimología popular dice que proviene del germánico antiguo ‘bero’ que significa “oso”. (Es por eso que el escudo de armas de la ciudad en un oso.) En el siglo XII, las tribus germánicas volvieron y se apoderaron de la región. Desde entonces, el territorio ha estado bajo el control de la población de habla alemana. In the 12th century, Germanic tribes came back and took over the region.

 

Tribus eslavas (siglos VII-IX)

XIII: Asentamientos comerciales: Cölln y Berlín

En el siglo XIII,  había dos asentamientos independientes pero bien conectados en lo que hoy es el centro de Berlín. Esos asentamientos eran conocidos como Cölln y Berlín y estaban ubicados en la moderna Isla de los Museos y Nikolaiviertel. Con el tiempo, ambos se convirtieron en ciudades comerciales. Por cierto, probablemente no es una coincidencia que haya una ciudad al oeste de Alemana cuyo nombre suena idéntico: Köln (Colonia en español). Lo más probable es que el este de Colonia (Cölln) fuera colonizado por alemanes del oeste. 

 

XIV: Unión de ciudades gemelas: Doppelstadt Berlín

Berlín se convirtió en ciudad como resultado de la fusión de estos dos pueblos. Llegó a ser conocida como Doppelstadt, literalmente “ciudad doble”, o simplemente “ciudad gemela”. Tecnicamente, fue una unión de ciudades y la unificación ocurrió oficialmente en... ¡1709! Además, en el siglo XIV, Berlín se unió a una poderosa confederación comercial conocida como la Liga Hanseática* (que abandonó en el siglo XVI). 

* La liga Hanseática, o simplemente Hanse, fue una alianza comercial y militar en el norte de Europa (principalmente ciudades portuarias y pueblos de habla alemana). Dominó el comercio de los mares Báltico y del Norte (desde Londres hasta Novgorod) desde el siglo XII hasta el XVII).

 

XV: Ciudad de residencia: margraves, príncipes electores de Brandenburgo (Kurfürst)

Históricamente*, había docenas e incluso cientos de territorios de habla alemana en Europa de Central. Fueron gobernados por reyes, duques, condes, obispos y otros gobernantes (a todos ellos se le conocieron como “príncipes”). Todos estos territorios constituyeron una confederación masiva conocida como el Sacro Imperio Romano de la nación alemana. Algunas regiones fronterizas del imperio se conocían como Mark (“marcha” en español - que significa “frontera” del Alemán Antiguo). Mark Brandenburg en el este era la más grande e importante de las regiones en una frontera. En el siglo XV, la ciudad del Berlín se convirtió en la capital de la marcha de Brandenburgo. ¿Por qué? Porque el Markgraf local (“margrave”, es decir, el príncipe gobernante) eligió Berlin como su residencia. Los príncipes posteriores siguieron su ejemplo. Y dado que algunos de estos gobernantes tenían un estatus más alto de Kurfürst** (príncipes electores), Berlín se estaba volviendo cada vez más importante, rica y mucho más desarrollada.

* El Sacro Imperio Romano existió desde los siglos IX-X hasta inicios del siglo XIX, oficialmente de los años 800/962 hasta el 1806.

** Kurfürst significa "príncipe elector", un gobernante que tenía derecho a elegir un emperador del Sacro Imperio Romano.

 

XVI: Reformas: Luteranos y Calvinistas

Todo el siglo XVI en Alemania y la mayor parte de Europa estuvo marcada por una revolución religiosa. La llamada Reforma fue un punto de inflexión en la historia de Europa que condujo a cambios sociales, políticos y religiosos en el continente.  La mayor parte de la población en Berlín se convirtió en luterana. Curiosamente, a diferencia de muchos otros lugares de Europa, la ciudad no se vio muy afectada por las consecuencias destructivas del movimiento. La única excepción fueron algunas tensiones con los calvinistas.

 

XVII: Guerra de los Treinta Años: población reducida a la mitad, inmigración y renacimiento de la ciudad

El siglo siguiente, sin embargo, trajo grandes cambios a Berlín: enorme destrucción y remodelación. La razón de esto fue el mayor conflicto religioso en la historia europea: la Guerra de los Treinta Años (1618 – 1648), la cual tuvo un gran impacto demográfico en muchos países. Todo el territorio Alemán se convirtió en el principal campo de batalla de este conflicto. Como resultado, casi la mitad de la población de Berlín murió en la guerra o como consecuencia de la misma. Mñas de una tercera parte de los edificios de la ciudad fueron destruidos. 

 

En la segunda mitad del siglo XVII, el Kurfürst de Brandenburgo Friedrich Wilhelm inició y fomentó una política de inmigración. Muchas familias judías de comerciantes de Viena fueron invitados a Berlín en la década de 1670. Luego hubo una ola masiva de migración de refugiados franceses: decenas de miles de hugonotes* corrieron a Alemania en la década de 1680. (Como resultado, los franceses constituían alrededor del 25% de la población de la ciudad a inicios del siglo XVIII.) Además, muchos eslavos del este (Polonia y Bohemia) se mudaron a la regíon en desarrollo. Todo eso dio forma a Berlin: se convirtió en un crisol multinacional y bastante tolerante de Europa. 

 

XVIII: Era de los Reyes Frederics (Friedrich) - desarrollo

En 1701, el rey prusiano Friedrich I hizo de Berlín la capital de su reino. Durante el siglo XVIII, Berlín se desarrolló arquitectónicamente (palacios, calles y plazas) y demográficamente. La ciudad se hizo mucho más grande y su población se duplicó. Además, surgieron algunos otros pueblos satélites alrededor de la capital; muchos de ellos se incorporarán más tarde a Berlín. L ciudad más famosa fue Potsdam. Floreció gracias a los esfuerzos de otro rey prusiano Friedrich II (el Grande). Potsdam se ha hecho famosa por sus palacios representativos, parques y proyectos de vivienda (como el barrio holandés). 

 

XIX: Napoleón, la unificación alemana (Einigung), y la industrialización

El siglo XIX fue el inicio de una nueva era en historia humana. Trajo un desarrollo sin precedentes y cambios en el orden europeo. La razón de ello fue el proceso conocido como la Industrialización. Para el mundo de habla alemana, este período fue el nacimiento de algo nuevo: no solo en términos económicos, sino también en términos mentales y políticos.

Economicamente, Berlín comenzó su desarrollo rápidamente en la primera mitad de siglo: se construyeron múltiples fábricas y plantas dentro y fuera de la ciudad, se establecieron negocios de fama mundial. 

El impulso de los cambios mentales (o más específicamente nationales e idénticos) y políticos fue… Francia. Las ambiciones de Napoleón Bonaparte lo llevaron a Alemania y luego más al este. La invasión francesa supuso el fin del Sacro Imperio Romano Germánico*. Es importante destacar que la ocupación francesa de los territorios alemanes contribuyó en gran medida a la formación de una identidad nacional alemana. Despertó el deseo de los alemanes a convertirse en un solo país. Pero el pueblo alemán tardó más de medio siglo en unirse en un solo estado: la Unificación alemana (Deutsche Einigung) tuvo lugar en 1871. El Reino de Prusia fue la principal fuerza impulsora de este proceso; y Berlín, la principal ciudad prusiana, se convirtió en la capital de un nuevo proyecto histórico: Deutschland (Tierra de los alemanes).

El nuevo país se convirtió rápidamente en un monstruo industrial, desafiando con éxito a las potencias mundiales tradicionales, el Reino Unido y Francia, en Europa e incluso en África. A finales del siglo XIX, Berlín era conocida como una de las capitales industriales del mundo. Era una de las áreas metropolitanas más grandes de Europa en términos de población (alcanzando más de 1 millón de personas). Además, el rápido desarrollo de los sistemas de transporte (red de carreteras y ferrocarriles) convirtió a Berlín en el principal centro de Europa Central.

* El imperio fue disuelto en 1806 y reemplazado por una nueva confederación que era una colección de estados títeres franceses. Esta nueva Confederación Alemana (Deutscher Bund) debe haber servido como zona de amortiguamiento entre Francia y Europa del Este.

 

XX: Volatilidad y contrastes: libertad, guerras y reunificación alemana (Wiedervereinigung)

En cuanto al siglo XX, fue sin duda el período más complejo y volátil de toda la historia alemana. ¡Cargado de acontecimientos históricos e históricos, este siglo fue una lección para la humanidad!

A principios de siglo, la población de Berlín se disparó de 1 a casi 2 millones de personas. Y luego se duplicó nuevamente en menos de 20 años. Se debió a la enorme expansión de las fronteras de la ciudad: el proyecto Gran Berlín (Groß-Berlin) incorporó docenas de asentamientos, pueblos e incluso pueblos independientes alrededor de Berlín en una nueva ciudad. Como resultado, la capital alemana se convirtió en la tercera ciudad más grande del mundo (después de la ciudad de Nueva York y Londres) con una población de más de 4 a 4,5 millones de personas viviendo aquí en las décadas de 1930 y 1940.

En la primera mitad del siglo, Berlín era un lugar con una gran brecha social: un gran contraste entre los banqueros y empresarios adinerados que vivían en barrios acomodados (como el de Wannsee) y los trabajadores industriales pobres que se apiñaban en Mietskaserne (vecindario). bloques construidos principalmente en el Gründerzeit).

La Primera Guerra Mundial fue un duro golpe para la nación alemana. Poco después, el Imperio Alemán dejó de existir. En Berlín se proclamó un nuevo país democrático, la República de Weimar. Para el pueblo alemán todo el período fue un trauma colectivo que desencadenó muchos movimientos sociales y políticos. Algunos de ellos se volvieron mucho más radicales en Berlín, especialmente los de izquierda (como el partido comunista KPD dirigido por Rosa Luxemburgo y Karl Libknecht). La crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial a principios de la década de 1920, acompañada de una hiperinflación, terminó unos años después. Le siguió un impulso económico que permitió una vida cultural rica y liberal en Berlín (los llamados Goldene Zwanziger, o los dorados años veinte).

 

Pero luego ocurrió una crisis mundial: la llamada Gran Depresión (1929 - 1933). Las consecuencias fueron las duras condiciones económicas en muchos países, las tensiones geopolíticas, la radicalización de las opiniones políticas y el populismo. El resultado fue el régimen nazi en Alemania y la Segunda Guerra Mundial. De la capital del liberalismo, Berlín se convirtió en la ciudad principal del orden político más malvado del mundo en la historia moderna. La Segunda Guerra Mundial trajo destrucción a Alemania y Berlín a una escala sin precedentes (quizás solo la Guerra de los Treinta Años pueda compararse con ella): el 80-90% de la capital alemana dejó de existir.

La segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por la Guerra Fría, es decir, nuevas tensiones entre las superpotencias mundiales. Berlín fue el epicentro de esta rivalidad. La ciudad estaba dividida en 4 sectores: 3 controlados por los aliados occidentales (EE.UU., Reino Unido, Francia) y 1 por los comunistas (URSS). En 1961, se construyó el famoso Muro de Berlín que dividió a Europa, la nación alemana y, en primer lugar, a la gente de Berlín en dos partes. La barrera separará a millones de familias durante décadas. Berlín Occidental siguió siendo parte de la República Federal de Alemania (FRD, o BDR = Bundesrepublik Deutschland), aunque constitucionalmente era un tema aparte. Era una pequeña isla de democracia rodeada por el estado comunista llamado República Democrática Alemana (RDA, o DDR = Deutsche Demokratische Republik). Berlín Oriental se convirtió en la capital de este último estado. Curiosamente, ambas partes de Berlín se consideraban escaparates y lugares de libertad. Muchos movimientos culturales y políticos, así como fenómenos sociales, surgieron en ambos Berlín, entre ellos: el movimiento estudiantil y las protestas (1968), la contracultura y la okupación.

Pero entonces el régimen comunista se derrumbó. Una vez más, Berlín se convirtió en el núcleo de los cambios geopolíticos y en un punto focal de la política mundial. La Reunificación de Alemania (Deutsche Wiedervereinigung) ocurrió en 1990. No mucho después, Berlín restauró su estatus de capital alemana.

XXI: Nueva Época...

En cuanto a la historia contemporánea de Berlín, no es tan diferente a la primera mitad del siglo anterior, pero con mucha más estabilidad política y paz. Sin embargo, la ciudad sigue siendo el epicentro de numerosas protestas y mítines, algunos de los cuales terminan violentamente. A pesar de las críticas y el escepticismo de muchos, Berlín ha demostrado un crecimiento económico constante. La tasa de desempleo puede ser un poco más alta que en el resto del país, pero sigue siendo muy baja.

En cuanto a la vida en la capital alemana, todavía se trata de cultura (música, arte), volatilidad y contrastes. Conferencias políticas. Ferias de empleo. Espacios culturales. Eventos musicales. Exhibiciones de arte. Galerías y museos. Parques, ríos y naturaleza. Compras. Barrios pintados de grafitis. Comida de la calle. Estos y muchos otros aspectos hacen de Berlín una de las ciudades TOP del mundo...

 

Resumen: Siglo por siglo

Resumiendo la información anterior, aquí está nuestra sinopsis de Walkative de la historia de Berlín:

En el primer milenio d.C., tribus germánicas y pueblos eslavos vivían en la región. Finalmente, los alemanes dominaron el territorio.

Berlín surgió como ciudad en los siglos XIII y XIV como resultado de la fusión (técnicamente, solo una unión) de dos ciudades gemelas comerciales: Cölln y Berlín.

En el siglo XIV-XVI, Berlín fue residencia de importantes gobernantes locales: margraves y príncipes electores (Kurfürst).

El siglo XVII fue un punto de inflexión en la historia de Berlín: destruido y luego repoblado. Se convirtió en un lugar multinacional y tolerante.

En el siglo XVIII, Berlín se convirtió en una ciudad real. Diferentes reyes desarrollaron no solo su capital sino también una ciudad satélite de Potsdam.

El siglo XIX fue la época de un enorme desarrollo industrial y el consiguiente crecimiento demográfico. Todo se hizo posible gracias a la unificación alemana y sus éxitos económicos y militares.

El siglo XX se caracterizó por la volatilidad: guerras, inestabilidad, movimientos políticos y sociales del espectro de derecha a izquierda. Todo eso combinado hizo de Berlín una de las ciudades más famosas del mundo.

La primera mitad del siglo XXI puede verse en algunos aspectos como una continuación del siglo anterior. Al menos, cuando se trata de cambiabilidad, flexibilidad y movimientos. Con suerte, las próximas décadas finalmente traerán paz y desarrollo permanentes...

 

En general, nada describe tan bien a Berlín y su historia como las siguientes citas:

“Berlín tiene que ver con la volatilidad. Su identidad no se basa en la estabilidad sino en el cambio”.– Rory MacLean

“Berlín es una ciudad condenada para siempre a convertirse y nunca a ser”. –Karl Scheffler

¡París siempre es París y Berlín nunca es Berlín!— Jack Lang (Ministro de Cultura de Francia)